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Preguntas Frecuentes

La idea detrás de las leyes de bancarrota es proveerles una herramienta a aquellos deudores que por su situación económica no tienen el dinero necesario para pagar sus deudas y darles una nueva oportunidad (“fresh start”).

El objetivo del deudor es llegar a obtener un descargo o exoneración de todas aquellas deudas que sean exonerables. El descargo o exoneración, también conocido como rehabilitación, es una orden de la corte por medio de la cual un juez federal de bancarrota declara que el deudor no es responsable legalmente por aquellas deudas que sean descargables, eliminando así los recursos legales que puedan tener sus acreedores para el cobro de dichas deudas.

Por lo general hay dos tipos de bancarrota que ayudan a proteger a las personas que están pasando por situaciones económicas que no les permiten poder pagar a sus acreedores: el Capítulo 7 y el Capítulo 13 del Código de Bancarrota, explicados más adelante.

Además están los procesos del Capítulo 11 que por lo general aplican a personas que tienen bienes por sobre los límites de deudas establecidos para el Capítulo 13 y quieren proteger esos bienes contra los cobros de sus acreedores.

Por lo general, el presentar una petición de bancarrota pone en funcionamiento un mecanismo legal llamado “suspensión automática” (“automatic stay”). Este mecanismo detiene todos los procesos legales de cobros en contra de la persona y además obliga a los acreedores a detener todo tipo de contacto con la persona que declara bancarrota. Debido a esto, procesos de desalojo o evicción de una propiedad, remates de propiedad, reposesiones de vehículos, embargos del salario y cuentas bancarias se detienen.

El objetivo del Capítulo 7, también llamado bancarrota directa o liquidación, es darle al deudor un nuevo comienzo. El Capítulo 7 busca eliminar todas aquellas deudas descargables, que son la mayoría de deudas. En este tipo de casos la corte nombra a un administrador o fideicomisario para determinar si hay bienes no exentos que se puedan vender o liquidar para pagar a los acreedores. Sin embargo, en la mayoría de estos casos todos o casi todos los bienes de los deudores se pueden exentar y, por lo general, los deudores terminan quedándose con todos sus bienes.

Entre los motivos principales por los cuales las personas no solicitan la protección bajo las leyes de bancarrota del Capítulo 7:

  • Sus ingresos mensuales actuales están por sobre el promedio de ingresos de una familia del tamaño de la suya fijado para su estado. Sus ingresos mensuales actuales se calculan obteniendo el promedio de los ingresos que usted haya tenido durante los últimos seis meses.
  • Sus ingresos mensuales actuales están por debajo del promedio de ingresos de una familia del tamaño de la suya fijado para su estado, pero luego de pagar todos sus gastos habituales usted aún tiene dinero disponible para pagarles a sus acreedores.
  • Usted presentó una bancarrota del Capítulo 7 dentro de los últimos ocho años.

Si este es su caso, usted podría explorar la posibilidad de presentar una Bancarrota del Capítulo 13. Además, hay situaciones en las cuales aunque usted pueda calificar al Capítulo 7, sería más favorable para usted presentar un Capítulo 13.

El Capítulo 13 del Código de Bancarrota es un proceso que dura de tres a cinco años. La persona presenta una petición a la corte de bancarrota solicitando protección puesto que no puede pagar todas sus deudas. La persona le presenta un plan de pago de deudas a la corte.

La corte nombra un administrador quien verifica sus ingresos y gastos mensuales, y administra los pagos del plan. Una de las principales ventajas del Capítulo 13 es que la persona lidia con sus acreedores en un mismo proceso.

El pago mensual varía dependiendo del tipo de deudas que tiene la persona. Ciertas deudas deben ser pagadas en su totalidad como las “deudas prioritarias” (como lo serían ciertos impuestos estatales o federales, obligaciones de pensión alimentaria, etc.); los atrasos en el pago de su hipoteca o préstamo de vehículo; y gravámenes sobre sus bienes, entre otros. Por otro lado, la mayoría de las deudas con los acreedores no asegurados son pagadas parcialmente de acuerdo con las posibilidades de la persona. Por lo general, el saldo en las deudas no aseguradas son descargadas al final del Capítulo 13.

Entre los principales motivos por los cuales las personas solicitan la protección del Capítulo 13 están:

  • La persona no califica para el Capítulo 7.
  • La persona desea pagarle a sus acreedores sin incurrir en el pago de más intereses y teniendo un monto mensual fijo.
  • La persona está atrasada con el pago de su hipoteca, el acreedor quiere rematarle la propiedad y la persona desea detener el remate y ponerse al día con el pago de la hipoteca.
  • La persona tiene dos préstamos hipotecarios en su residencia, el valor de su residencia es menor de lo adeudado en el segundo préstamo, y la persona desea eliminar el segundo préstamo.
  • La persona está atrasada con el pago de su vehículo, el acreedor pretende recuperar la posesión del vehículo y rematarlo, y la persona desea detener la reposesión y ponerse al día con los pagos del mismo.
  • La persona debe mucho dinero al fisco por impuestos no descargables y necesita protección contra los embargos salariales o de cuentas bancarias.
  • La persona tiene bienes con mucha plusvalía (lo que deben en esos bienes es menos de lo que vale el bien y se puede rematar y pagar a los acreedores con la ganancia), ha agotado sus exenciones y quiere quedarse con esos bienes.

El Capítulo 13 le ofrece las mismas protecciones del Capítulo 7, además de proteger los bienes que no se hayan podido exentar y dejarle realizar pagos que por lo general son mucho más bajos que los pagos que tendría que hacer si no presentara la solicitud de protección bajo el Capítulo 13.

Algunas deudas son consideradas no descargables y por lo tanto, aunque la persona reciba un descargo, la deuda sobrevive la bancarrota y el acreedor puede cobrar la deuda una vez que la persona haya salido de bancarrota. Los siguientes son ejemplos de deudas que no son descargables y por lo general sobreviven la bancarrota:

  • Ciertas deudas por motivo de impuestos estatales o federales adeudados.
  • Deudas por motivo de pensión alimentaria atrasada.
  • Deudas adquiridas en procesos de divorcio o separación en favor del ex cónyuge o un hijo(a).
  • Deudas por concepto de multas y penalidades en favor de una entidad gubernamental.
  • Préstamos estudiantiles.

Entre los principales beneficios que generalmente obtienen las personas al declararse en bancarrota están los siguientes:

  • Detiene temporalmente procesos de remate de la propiedad, el desalojo o la evicción, dándole a la persona más tiempo para poder tomar una decisión razonada y, dependiendo del tipo de bancarrota, le da la posibilidad de ponerse al día con los pagos de la hipoteca o le da tiempo de encontrar donde reubicarse.
  • Detiene el acoso, las llamadas a horas no adecuadas, las llamadas a la oficina de su empleador, las cartas de cobro, entre otros, de sus acreedores.
  • Detiene los embargos de las cuentas bancarias y del salario.
  • Le proporciona a la persona la tranquilidad que brinda el saber que le está haciendo frente su situación y está en camino de encontrarle una solución.
  • Una vez que usted obtiene el descargo, por lo general le ayudan a mejorar el crédito de la persona.

Los beneficios y la tranquilidad que le puede proporcionar un caso de bancarrota son muchos. Las leyes de bancarrota son complejas y es por eso que usted necesita un profesional con experiencia en esta área legal que le ayude a navegarlas. Contáctenos hoy mismo y deje que nuestra experiencia trabaje para usted.

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